domingo, 9 de febrero de 2014

2.2 EL CAMBIO EVOLUTIVO.

2.2.1 EL FIJISMO.

El fijismo sostiene que las distintas especies de seres vivos son invariables, no dan lugar unas a otras, se crean o se destruyen pero no se transforman.



El fijismo es una creencia que afirma que las especies que existen actualmente han permanecido invariables desde su creación. Las especies serían inalterables, tal y como fueron creadas. Los fósiles serían restos de los animales que desaparecieron en los diluvios bíblicos o bien caprichos de la naturaleza.
El fijismo describe la naturaleza como una realidad definitiva, en la que no se pueden producir cambios y acabada.
Esta teoría se opondría a la teoría de la evolución expuesta por Darwin, al estar muy relacionada con el creacionismo, son teorías cristianas que nos explican que las especies fueron creadas por Dios tal y como las conocemos actualmente.
Algunos defensores de estas teorías son capaces de datar la fecha exacta de la creación del universo con una fecha muy cercana.
El fijismo se consolidó como hipótesis científica a mediados del siglo XVIII con la obra de Carlos Linneo.

Entre los biólogos modernos clásicos sostenedores de un fijismo en mayor o menor grado y con diversos matices se distinguen Linneo (v.), Cuvier (v.), Pasteur (v.), Quatrefages y otros. 

Los que tendían a interpretar literalmente el relato de la creación divina en el libro del Génesis solían dar una explicación más fijista de la historia de las diversas especies de seres vivos y no vivos.

Nos centraremos en  G. Cuvier.

Georges Cuvier (Montbéliard, Francia, 1769-París, 1832) fue un naturalista francés,  el primer gran promotor  de la anato,ía comparada y de la paleontología. Ocupó diferentes puestos de importancia en la educación nacional francesa en la época de Napoleón y tras la restauración de los Borbones.

 Cuvier deducía de la armonía y equilibrio de la Naturaleza que cada especie es una realidad fija a partir de su creación. Cuvier observó las relaciones entre fósiles (v.) y especies vivientes, estableciendo la correlación de sus formas y fundando un método para estudiar las extinguidas. Considera al equilibrio en la Naturaleza algo fundamental y necesario desde su principio; no puede ser un simple resultado final de procesos evolutivos.


Publicó un estudio sobre clasificación de los mamíferos, Cuvier creía que era posible categorizar los seres vivos en una serie continua, empezando por los organismos más sencillos y terminando por los seres humanos, pero no tardó en abandonar esta teoría y difundir la suya propia, que estaba basada en la estructura corporal del reino animal: Vertebrata, Articulata, Radiata, y Mollusca, además propuso tres hipótesis morfológicas.

Su gran obra, El reino animal, sirvió para respaldar el sistema de clasificación cuvieriano, que se impuso en la historia natural de Gran Bretaña y Francia hasta la publicación en 1859 del Origen de las especies de Darwin.


De acuerdo con su principio de la “correlación de las partes”, las características funcionales y estructurales de los órganos del cuerpo de un animal están necesariamente relacionadas entre sí y con el entorno.Así, según Cuvier, los hábitos de un animal determinan su forma anatómica, de modo que, por ejemplo, los animales con cuernos y pezuñas tendrán siempre una dentición herbívora.







Ante el incesante descubrimiento de fósiles de especies desaparecidas, Cuvier fue el padre de la teoría fijista conocida como catastrofismos, que se formuló para explicar la diversidad de los organismos fósiles que contradecían el fijismo; esta teoría consistía en decir que las especies que se habían extinguido, lo habían hecho por catástrofes naturales que Dios había mandado a la Tierra.



    Desde un punto de vista científico, el fijismo no tiene hoy ninguna credencial y es rechazado     totalmente por todas las ciencias que aceptan la teoría de la evolución como base.

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