domingo, 9 de febrero de 2014

2.2. EL CAMBIO EVOLUTIVO


2.2.2 LA TEORÍA DE LOS CARÁCTERES ADQUIRIDOS. 

Lamark.



Jean Baptiste de Monet (1744-1829), conocido universalmente por su titulo aristocrático de "caballero de Lamarck", fue el primero en exponer una teoría científica sobre la evolución, cosa que hizo en su libro "Filosofía zoológica" (1809).

Esta teoría, conocida como la "Teoría de los caracteres adquiridos", "Transformismo", o simplemente "Lamarckismo", es la primera teoría de la evolución y en ella, Lamarck concreta las ideas expuestas por los primeros científicos evolucionistas, como Erasmus Darwin (abuelo de Charles Darwin) o Georges-Louis Leclerc (conde de Buffon), y utiliza sus observaciones sobre fósiles y animales y plantas actuales para dar forma a toda una teoría con amplia base científica.
Esta teoría se basa en las siguientes tésis:

  • Existe una evolución de unas especies a otras.
  • Los organismos cambian voluntariamente  para adaptarse al ambiente.
  • La función crea el órgano. Si un órgano es utilizado se desarrolla, en cambio, cuando no se utiliza, éste se atrofia y desaparece.
  • Los caracteres así adquiridos se heredan de generación en generación.


Como sabemos, esta teoría resultó ser errónea, siendo su error más evidente la idea de que los caracteres adquiridos a lo largo de la vida se pueden transmitir a la descendencia. Lamarck pensó que esto podría ocurrir en la naturaleza como consecuencia de la necesidad de los organismos de perfeccionarse y mejorar sus posibilidades de supervivencia cuando su entorno cambiaba. Esta exigencia vital era la que obligaba a la naturaleza a conservar esos cambios conseguidos con tanto esfuerzo. No le parecía lógico que los caracteres adquiridos para sobrevivir y adaptarse al entorno se perdieran y el ciclo natural tuviera que empezar de nuevo, pues de este modo nunca se consolidarían las variaciones entre los individuos 





Uno de sus ejemplos más conocidos es el de las jirafas:

La necesidad de alcanzar el alimento que cada vez se encontraba a mayor altura provocó que ciertos animales fueran estirando su cuello a lo largo de su vida, para poder llegar a las hojas de los árboles. Este alargamiento del cuello (una mejora originada por la necesidad de sobrevivir, es decir, un carácter adquirido) se transmitía a sus descendientes, pues de otro modo estos no habrían sobrevivido. Así, al cabo de muchas generaciones, dichos animales acabaron originando las actuales jirafas. Es decir, las condiciones naturales obligaban a los seres vivos a cambiar y a heredar esos cambios.

Su teoría fue casi tan duramente criticada como lo fue más tarde la de Darwin. Sin embargo, la idea de que los seres vivos cambian quedó en el aire... y en la mente de otros naturalistas que leyeron su obra, por lo que sólo era cuestión de tiempo que apareciera una nueva teoría más completa y fundamentada.


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