2.3.2. Cambios que nos hicieron humanos.
- Posición erguida o bípeda:
Algunos de nuestros antepasados se irguieron sobre sus patas traseras y no tardaron en descubrir las ventajas de la ambulación bípeda.
- Facilitar la visión por encima del nivel de las plantas herbáceas.
- Permite atravesar cauces de agua poco profundos.
- Permite la liberación de las manos, que así pueden ser usadas para coger y utilizar objetos como herramientas o armas para la caza, además de seguir ofreciendo la posibilidad de trepar a los árboles.
Esto conllevó algunos cambios anatómicos en los homínidos:
Disposición de la pelvis:
Al iniciarse la bipedestación, la pelvis se modificó para soportar todo el peso del cuerpo y repartirlo entre los dos elementos de sustentación que son las piernas. La pelvis de los australopithecinos era más achaparrada; es lo que se llama una pelvis “en presión”. Esta disposición de la pelvis culminó en la pelvis humana.
Cambios en el pie:
Desparece el pulgar oponible, similar a nuestra mano, propia de los simio y se produce el alargamiento del pie.
Cambios en la posición del foramen magnun:
Es el nombre que recibe el orificio mas grande situado en la parte posteroinferior del cráneo, a través del cual se establece la continuidad del sistema nervioso central hacia el raquis. Por el pasa la médula espinal, que da sensibilidad a todo el resto del cuerpo.
En los simios se encuentra en la parte posterior del cráneo y en los homínidos en parte de abajo.
- Mayor movilidad de las manos.
Esto conlleva:
- Que las manos pasen a ser unas pinzas de mayor precisión en vez de las pinzas de presión que son características de otros primates.
- La compleja coordinación entre las manos y la vista, junto con la posición de la cabeza sobre una columna vertebral vertical, será uno de los factores que favorecerá el desarrollo posterior del encéfalo y de las funciones superiores que caracterizan a la especie humana.
- Encefalización.
El volumen cerebral del hombre actual es de unos 1500 centímetros cúbicos mas del doble que los 600 de los primeros homínidos y 5 veces mas que los 300 de un chimpancé.
El tamaño absoluto del encéfalo no es una buena medida de la inteligencia, ya que su volumen depende del tamaño del cuerpo. Los humanos tenemos un peso del cerebro en torno a los 1250-1350 gramos.
El encéfalo cumple otras misiones, como la coordinación del funcionamiento resto del cuerpo, y por lo tanto debe ser grande en especies de gran tamaño corporal.
Este cambio ha venido ligado a cambios anatómicos en la pelvis para posibilitar el parto.
La adopción de la postura erecta, hace cuatro millones de años, obligó a drásticas modificaciones en el organismo de la hembra de la especie. Una de esas exigencias afectó al mecanismo del parto. Para que la bipedestación fuera posible tuvo que modificarse la arquitectura de la pelvis y, por consiguiente, la estructura del llamado canal del parto, que es el conjunto de cavidades óseas y de partes blandas que tiene que atravesar el feto para salir desde el interior del útero al exterior.
- El lenguaje.
- Una mutación genética
- El aumento progresivo de la inteligencia general.
- La generalización de señales gestuales que llevaron a señales vocales.
El producto de nuestro lenguaje sería una mezcla de todas estas hipótesis.
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